Infraestructuras de movilidad en Latinoamérica. Los 100 años del subte en Buenos Aires

En 1913 se inauguró la línea A del subterráneo de Buenos Aires, convirtiéndose en la primera de la región y transformando la forma de movilizarse en la ciudad. Hoy en día, el metro o subte sigue siendo vital en las grandes ciudades, ofreciendo velocidad y conexiones mucho más rápidas. Aunque Buenos Aires fue pionera en construir este revolucionario medio de transporte, no ha experimentado expansiones significativas desde la inauguración de la línea H en 2007, contando con solo 6 líneas que conectan el centro de la ciudad con algunos de los principales barrios.

A pesar de ser el medio de transporte más importante, el subte no abarca ni la mitad de los barrios porteños, convirtiéndose en un medio de transporte complementario para muchos. Aunque atraviesa los barrios más densamente poblados, no ha seguido el ritmo de expansión de la ciudad. Siendo que hoy en día la ciudad enfrenta graves  problemas de movilidad que se agravarán con el aumento de tarifas que se ha dado en los últimos meses en el país. 

La subida de pasajes puede afectar a cerca de un millón de ciudadanos y residentes que utilizan este medio de transporte para sus rutinas diarias. La ciudad necesita tomar decisiones apropiadas para asegurar una movilidad efectiva y evitar afectar la demanda de pasajeros que actualmente utiliza el subte en sus desplazamientos diarios.

Hoy en día es casi inviable no considerar medios de transporte y movilidad masivos, cuando vemos que cada vez los tiempos de desplazamiento se vuelven más largos, tanto por los diversos procesos de urbanización en las ciudades como por el poco interés por parte de las autoridades en resolver los problemas de movilidad con soluciones más eficientes. 

Aunque actualmente extender la red de subterráneos resulta algo inimaginable, es necesario pensar en nuevas dinámicas y soluciones para construir un transporte público que beneficie a todos y responda a la crisis ya mencionada. Dado que a mayor distancia de los viajes, la desigualdad de acceso, disfrute y calidad de vida comienza a disminuir, en los contextos de nuestra región.