Estrategias de seguridad urbana: De la militarización, los estados de excepción a la inversión y la planificación.
Uno de los grandes desafíos de las ciudades latinoamericanas es la seguridad urbana. El crimen organizado, los homicidios y la violencia siguen siendo los principales obstáculos para el desarrollo de ciudades sostenibles, más inclusivas y con menor desigualdad.
Según datos del Banco Interamericano de desarrollo y del Homicide Monitor, América Latina es una de las regiones más violentas del planeta. En el 2023, los países con mayor cantidad de ciudades con mayor número de homicidios fueron: Brasil (13), México (11), Estados Unidos (7), Ecuador (5), Colombia (3) y Venezuela, Guatemala, Jamaica, Haití (1).
De estos países existen algunas ciudades donde la violencia y los homicidios se redujeron drásticamente, por ejemplo: Bello Horizonte en Brasil, Bogotá y Medellín en Colombia, Caracas en Venezuela, San Salvador y San Miguel en El Salvador, Tegucigalpa en Honduras.
Sin embargo, existen ciudades donde la violencia y los homicidios aumentaron súbitamente. El caso más sonado a nivel regional es el de las ciudades ecuatorianas: Esmeraldas, Durán, Manta, Guayaquil, Machala y Portoviejo. En el 2023, Durán fue la ciudad con la tasa de homicidios más alta del mundo, registró una tasa de homicidios de 148 por 100.000 habitantes.
Una posible explicación del aumento o el descenso de la tasa de homicidios, se encuentra en la gestión y la planificación de cada Estado. Se ha demostrado que en aquellas ciudades donde la violencia persiste y el número de homicidios aumenta, el Estado está ausente, se habla de un Estado de bienestar fallido. Por otro lado, allí donde el Estado está presente, es decir, con sus instituciones, planificación, gestión y ordenamiento del territorio, las tasas de homicidios y la violencia en general desciende.
Pero ¿puede la gestión estatal reducir la violencia y garantizar la seguridad urbana? ¿Qué significa la presencia del estado en un territorio? ¿los estados de excepción y la militarización de las ciudades ayudan a reducir la violencia y los homicidios? ¿Pueden los militares garantizar la seguridad urbana?
De manera sintética, podemos señalar que existen dos grandes estrategias de gestión y manejo de la violencia y los homicidios en las áreas urbanas. La primera se refiere a la militarización de los espacios públicos y la radicalización de las penas contra los delitos de alto grado (narcotráfico, microtráfico, homicidios, sicariatos, violación). El ejemplo polémico, pero exitoso en la reducción de la tasa de homicidios es el “Plan Control Territorial” impulsado por Nayib Bukele en El Salvador.
El modelo Bukele ha logrado reducir la tasa de homicidios de 38 por cada 100.000 habitantes en 2019 a 7.8 en 2022. En el 2023, la tasa de homicidios ronda en 2,2, convirtiendo a El Salvador en unos de los países más seguros de América Latina. (Arevalo, agosto 11, 2023 en Voz de América)
De este modelo es importante señalar algunos antecedentes. En primer lugar, el gobierno de Bukele invirtió cerca de 575 millones de dólares en la ejecución de su plan de seguridad, lo que implica que para reducir la tasa de homicidios y generar seguridad se necesita de inversión, contrario a lo que sucedió en Ecuador, donde se redujo el presupuesto del estado y se eliminaron instituciones encargadas del manejo de la seguridad.
En segundo lugar, la militarización y el constante estado de excepción que ejecutó Bukele permitió a las fuerzas armadas adquirir facultades que antes no tenían o estaban restringidas. No obstante, se han justificado torturas, desapariciones, encarcelamientos injustificados y se han violado diversos derechos de los ciudadanos.
Si bien el plan de seguridad de Bukele logró reducir drásticamente el número de homicidios, estas medidas que otorgan facultades superiores a los militares o policías no siempre funcionan. En el Ecuador, estas medidas han fracasado abismalmente y han servido para implementar políticas de corte neoliberal.
La estrategia de militarizar las áreas urbanas e implementar toques de queda y estados de excepción ha fracasado. Al igual que su predecesor Guillermo Lasso, el actual presidente Daniel Noboa, decretó diversos estados de excepción, ampliando las facultades de los militares y los policías en detrimento de los derechos de los ciudadanos.
A pesar de estas medidas, los resultados no son positivos. La militarización de la vida urbana no redujo la violencia, la ha aumentado. En lugar de combatir el crimen organizado, las fuerzas armadas han sido desplegadas para neutralizar manifestaciones en contra de algunas medidas antipopulares y neoliberales, estas estrategias se han aplicado desde el gobierno de Lenin Moreno, Guillermo Lasso y también el actual mandatario Daniel Noboa.
Una estrategia que difiere de la militarización y los estados de excepción es la inversión estatal en programas y proyectos urbanísticos. Los principales ejemplos de este tipo de programas se encuentran en Medellín, Bogotá o en Río de Janeiro.
La clave de este tipo de estrategias es la aplicación de programas sociales que buscan transformar los territorios donde las bandas criminales han logrado consolidarse. En Río de Janeiro, el programa “Favela Barrio” jugó un papel fundamental en la reducción de la violencia y los homicidios.
En estas ciudades se aplicaron estrategias integrales, los programas buscaban la seguridad urbana a partir de la implementación de programas de salud, educación, arte y deporte. La conjunción de estos ejes permitió a sus habitantes acceder a programas para mejorar su calidad de vida, así como su entorno.
Así mismo, la rehabilitación e inversión estatal en calles, parques, espacios verdes en general, escuelas, hospitales, servicios básicos (agua, luz, gas, internet), permitió que la gente acceda a espacios de recreación, reduciendo los índices de violencia.
A modo de conclusión, podemos señalar que no existe una clave o fórmula secreta que suprima la violencia y el número de homicidios de la noche a la mañana, la reducción, el aumento y la manifestación de estos fenómenos dependen muchas veces de causas externas. Sin embargo, se ha demostrado que la inversión en programas de mejoramiento del hábitat han logrado neutralizar y reducir la violencia y los homicidios. No obstante, la territorialización de la violencia es fundamental para comprender el por qué las bandas criminales han escogido esos territorios para asentarse y también nos ayuda a prevenir o implementar programas que incluyan las particularidades de cada territorio y de cada uno de sus habitantes.
1 Robert Muggah y Katherine Aguirre, 18 de Junio, 2024. En Infobae “La tasa de homicidios en América Latina y el Caribe revelaron nuevas tendencias: Brasil y México lideran la lista.
2 El programa “Favela Bairro” en Río de Janeiro fue un programa que se implementó en 1995 cuyo objetivo era conectar las favelas con la ciudad. Para ello, se realizaron diversasintervenciones cuyos objetivos era proveer a las favelas de infraestructura urbana (agua, luz, sistema de alcantarillado, pavimentar calles, transporte y demás).